Conecta con tu ciclo

Notas el frío del invierno, tu cuerpo se contrae y con los brazos te abrazas acurrucándote hacia dentro. Observas la naturaleza y te parece que ha perdido la vitalidad, pero por dentro sigue latente, como las brasas de un fuego.

La Bruja es una fase de introspección, vuelves a ti misma para escuchar tu interior y poner atención a tu cuerpo. Con el sangrado de la menstruación se completa tu proceso de “desaceleración” que comenzó con la Chamana; las ganas de recogimiento hacen que tengas menos ganas de socializarte e incluso de hablar. Esta fase te genera la necesidad de quietud y silencio. Tu mundo interior y el exterior se mezclan, la barrera del consciente y subconsciente pierde fuerza y ​​te permite conectar con tu mente y conciencia corporal. Puedes sentir una conexión más fuerte con la naturaleza, las plantas, la luna, el fuego, … te puede crecer una necesidad o capacidad de trascendencia e ir más allá de lo natural.

Tu cuerpo te pone en contacto directo con las emociones y salen a la superficie con facilidad. Ahora exteriorizas todo lo que habías callado en las fases de apertura y que no habías permitido que saliera cuando tenías el control: llorar, gritar, expresar, desahogarse, …

Notas que es un momento profundo, de extrema sensibilidad y de mucha empatía, por eso es normal que te afecten de manera exagerada situaciones personales cercanas, o incluso las noticias, documentales y películas dramáticas.

Tu pensamiento es desordenado, trabaja con ideas e imágenes y no tanto con palabras. Al hacer una tarea más mental, te das cuenta que tu capacidad de concentración está floja.

Te cuesta levantarte de la cama y el cuerpo te pide dormir más. Recopilas imágenes de los sueños y sin casi darte cuenta te acercan a alguna información relevante para ti. En algún momento tienes un pico de fuerte actividad que despunta del ritmo lento que llevas estos días.

Sorprendentemente te encuentras con una sexualidad intensa, profunda y espiritual que se centra en tu placer.

De repente sientes una fuerte necesidad de limpiar, ordenar, tirar y redistribuir tu espacio exterior. Al igual que tu cuerpo se desprende del viejo endometrio y se prepara para crear uno nuevo, pueden ser unos días ideales para revisar tu vida y desprenderte de cosas viejas, de dejar marchar, de aceptar el duelo y de visualizar los cambios según tus necesidades. Sólo así dejas espacio para que las nuevas semillas germinen, nazcan nuevas ideas y percepciones y, en el momento menos pensado, como una lucecita que se enciende dentro de tu cabeza, te aparezcan las respuestas a los temas que tantas vueltas le habías dado .

Tu estado más espiritual, la “limpieza” interior, la conexión especial con la naturaleza, la sexualidad salvaje y el nacimiento de nuevas ideas, hacen que sea una fase de plenitud invernal.

Esta fase puede durar entre 3 y 7 días, así que respeta lo que el cuerpo te pide y aprovecha las potencialidades.

¿QUÉ ESTÁ PASANDO DENTRO DE MI ÚTERO Y OVARIOS?

En la fase menstrual se abre tu cuello del útero, expulsa el viejo endometrio y los restos de óvulo muerto. Paralelamente, en los ovarios comienzan a madurar nuevos folículos.

Observas tu entorno y notas como todo se atenúa y baja la intensidad. Como un árbol en pleno otoño, la energía comienza a descender. Tienes ganas de viajar hacia dentro de ti, poner atención y entender más cosas. No te apetece tanto salir ni dedicar demasiado tiempo a las relaciones sociales. Todo va perdiendo claridad y por la cabeza te pasan pensamientos ilógicos y emocionales difíciles de expresar con palabras. Algunas actividades de la vida diaria que durante las fases de apertura haces sin problemas, ahora se te hacen una montaña, y los pequeños obstáculos que te surgen te cuesta más resolverlos. Todo esto te puede llevar a tener más conflictos en las relaciones, sobre todo con aquellas personas con las que tienes más confianza y contacto. Estás más susceptible y lo que te puedan decir te afectará más que normalmente.

Tu cuerpo ya no está tan activo y tienes más ganas de descansar, pero tu mente está inquieta e hiperactiva. Las energías creativas no paran, son como una constante lluvia de estrellas en forma de ideas o imágenes. Te das cuenta que tienes más facilidad y habilidad para el arte: danza, música, pintura, dibujo, … incluso con la escritura, como arte creativo que es, las ideas fluyen fácilmente en el papel. Es normal si te sientes frustrada cuando esta avalancha creativa no encuentra salida o está descontrolada, ya que pueden ser tremendas explosiones de creación o destrucción y necesitan una vía de expresión.

El pensamiento intuitivo gana terreno y te aporta informaciones relevantes que en otros momentos del ciclo se te escapan. La Chamana no teme el cambio, sabe que lo viejo muere para que nazca algo nuevo, por eso puedes romper lazos innecesarios, visualizar o decidir algún cambio que quieres hacer, pero según el tipo que sea tal vez no lo materializarás hasta las fases de apertura.

El bullicio emocional, la baja libido, la actividad mental y las ganas de estar más sola, hacen que progresivamente estés más recogida contigo misma y te prepares para “hibernar”.

Esta fase dura entre 12 y 16 días, así que tómatela con calma.

Estiras los brazos y agradeces este nuevo día. Saludes a la gente que quieres con un fuerte abrazo. Te apetece prepararlos una buena comida. En tu entorno, tu empatía y las palabras tranquilizadoras ayudan a bajar tensiones y que todo vuelva a relajarse. Notas como tu capacidad comunicativa fluye más que normalmente y tienes más facilidad para entenderte con los demás.

Te sientes como un árbol en pleno verano, con hojas verdes y frutos brillantes por fuera y con savia mineralizada circulando ligera desde las raíces hasta las puntas. Es como si tus energías tanto internas como externas estuvieran en equilibrio. Te sientes segura y a gusto contigo misma.

Sin darte cuenta estás abierta y predispuesta a ayudar y cuidar a los demás. Pones toda la atención a lo que te cuentan y así poderlos acompañar y aconsejar, pero sin imponer tus puntos de vista.

Te apetece vestirte con ropa que resalte tu feminidad. Físicamente notas que te corren por el cuerpo burbujitas de líbido sexual y te crece un fuerte impulso de seducción. Con quién compartes más “intimidad” te entregas por completo y le das placer.

Te sube la autoestima, tienes la certeza de que eres capaz de dar y mantener lo que ofreces, eso te produce un sentimiento de satisfacción y armonía.

Te surge una necesidad de contacto con la madre Tierra, por eso no es extraño que quieras regalarte un buen paseo por la naturaleza o quieras dedicar un rato a cuidar las plantas que tienes al alcance. Notas que irradias “plenitud veraniega“.

Esta fase es corta, dura unos 4-5 días, así que aprovéchala!

¿QUÉ ESTÁ PASANDO DENTRO DE MI ÚTERO Y OVARIOS?

En la fase ovulatoria el óvulo es liberado fuera del ovario y va por la trompa de Falopio. El cuello del útero abierto y el moco “fértil” que tienes, facilitan el recorrido de los espermatozoides hasta el óvulo. Tu endometrio está cada vez más espeso.

Sale el sol y se iluminan los primeros pétalos de las flores que brotan con fuerza. Respiras profundamente y sientes la ligereza de tu cuerpo y tu mente. La energía que tienes dentro empieza a hervir como la lava de un volcán cuando quiere salir hacia fuera y abarcarlo todo. Te invade una sensación de alegría y entusiasmo hacia la vida que te lleva a activarte y poner en marcha proyectos que tenías arrinconados. Mentalmente te sientes fuerte, ordenas los pensamientos, determinas prioridades, pones atención a las cosas concretas, fácilmente te concentras y te das cuenta que puedes hacer las tareas de manera muy eficiente y eficaz. Las ideas intuitivas que te aparecieron durante las fases de recogimiento, ahora las puedes materializar. Te nace la iniciativa de organizar algunos encuentros con tus amigas, amigos, compañeras, compañeros; tienes ganas de verlos y divertirte! Abres el armario y encuentras una prenda juvenil que hace tiempo que no te pones y te atreves; te miras al espejo y ves una mujer sensual y atractiva. El placer que te provoca tu cuerpo y tu entorno se transforma en el placer de vivir.

Tienes fuerza para espabilarte sola, sin necesidad de apoyo, con la capacidad de ser autosuficiente e independiente y confías en ti misma. Aprovechas la vitalidad que sientes para salir de casa y mover el cuerpo; con cada paso que haces te desprendes de todo lo que se te hacía pesado y complicado. Aunque alguien te trate con desprecio o te levante el tono de voz, entiendes las emociones que sientes, puedes controlar tus impulsos y puedes responder con firmeza y sin perder los estribos.

Después del “invierno”, tu interior florece poco a poco hasta llegar al punto álgido primaveral, como un aire fresco que entra por la ventana y que te hace sentir renovada, rejuvenecida, libre.

Es una fase variable pero que a menudo dura unos 6-7 días. Puede empezar cuando termina el sangrado o durante los últimos días de la menstruación. Ésto pasa rápido, así que aprovecha al máximo!

¿QUÉ ESTÁ PASANDO DENTRO DE MI ÚTERO Y OVARIOS?

En la fase preovulatoria empiezas a formar el nuevo endometrio y uno de los folículos termina la maduración. Al inicio de la fase, el cuello del útero lo tienes bajo y cerrado (como la imagen del reloj) pero hacia el final de la fase, el cuello del útero se abre y el moco “fértil” (flujo vaginal parecido a la clara de huevo) permite que los espermatozoides puedan almacenarse en la espermateca.